Otto

Buenos días,

hoy no voy a contaros nada sobre mis sesiones de niños,ni de familias,ni de bodas,...hoy solamente quiero de alguna manera hablaros sobre las mascotas,y en concreto sobre mi mascota,...mi niño....mi Otto.

Entiendo que muchas personas que no tengan mascotas les resulte díficil de entender que me dirija a una mascota como "mi niño", porque por supuesto, un perro no es "físicamente"comparable con un niño,...Pero sí que podemos comparar un poco los sentimientos y la responsabilidad que tenemos cuando convivimos con un animal o con un niño.

En mi caso,cuando Otto llegó a casa hace dos años, llegaron con él la alegría (que ya la había), las risas, los paseos por el barrio, los ronquidos, los sentimientos, la lágrimas, las preocupaciones y sobre todo, la responsabilidad, entre muchas cosas más.

Nunca me he arrepentido de adoptar a mi perrito,pero reconozco que es sufrir y preocuparse por su bienestar, igual que ocurre con los hijos.

Con los niños pasan cosas parecidas, la larga espera del embarazo, la llegada del bebé, nuevos sentimientos, alegrías, lágrimas, preocupaciones....y la responsabilidad de que el bebé se encuentre en todo momento bien.

Otto es un perro que es inevitable no encariñarte con él,porque es juguetón, mimoso, cariñoso, enérgico, sociable,alegre,...sólo con verlo dan ganas de achucharlo en tus brazos.

Por eso estos días mi chico y yo estamos pasando unos días tristes y angustiosos:

Otto,lleva unos cuantos días ingresado en el veterinario por una grave infección pulmonar.

Cuando me enteré de la noticia me encontraba de vacaciones en Ibiza visitando a mi hermana.Se me bajó la sangre a los pies. No pintaba nada en la isla,así que me marché al día siguiente.

Cada día llamamos al veterinario para informarnos sobre la salud de Otto,...a cada llamada se nos forma un nudo en el estómago temiendo malas noticias.Cada día es tal nuestra preocupación que nuestras lágrimas salen sin freno alguno.Y sobre todo,cada día que pasa,es aún más grande el vacío que hay en casa.

Sé que se pondrá bien,sé que le costará recuperarse,es un perro muy jóven y fuerte como un toro.

Sinceramente,no estamos preparados para lo peor.

A caso cuando los niños están enfermos y tienen que ser ingresados,no nos entra la misma angustia?

Pues ahí es dónde quiero llegar...todos queremos que nuestros seres queridos estén bien,sanos y fuertes,...no importa que sea humano o un animal,...al fin y al cabo,lo que cuenta es el cariño y el amor que se tiene por tu hijo o por tu mascota.

Un beso.